28 de febrero de 2015



   La noche se llena de lluvia, las calles se vacían y un loco tira piedras a las luces mientras camina mojado, solo. Lo escuche tarareando una canción que yo conocía... el recuerdo es un pasaje oscuro entre una esquina y la otra. Junte unas piedras del suelo y lo acompañe cantando también...

6 de febrero de 2015

(I)

   Tenía un puff en una esquina, estaba bien pero mi postura iba a ser demasiado relajada y estaba seguro que después iba a costar pararme. El sillón era de cuerina, esa que te hace transpirar y rechace esa opción en cuestión de segundos. Las sillas estaban junto a la mesa y no me pareció adecuado sentarme ahí porque la cena no estaba lista todavía. Decidí que parado en un punto donde no estorbara el paso era la mejor opción. 
   No éramos nuevo en esto eso era seguro, pero ninguno podía recordar la ultima cena en privado para dos. Los protocolos de la primera cita y los juegos de seducción son destrozados por el tiempo y la falta de práctica.
   Cuando se iba a la cocina yo aprovechaba para pegarle a su perra en las orejas, era difícil aguantar la risa. Un juego algo violento pero ella también mordía fuerte. 
   Escuche que decía algo desde la cocina pero no le entendí, respondí un “si” dudoso y se rió. La risa siempre está bien, pensé.
   Trajo algunas cosas y las puso sobre la mesa, mayonesa Hellmann’s y Coca cola. Definitivamente estaba bien. 
   Me invito a sentar y lo que paso después no me lo esperaba, se acerco hacia mi con paso seguro y una postura confiada. Debido a su altura se inclino un poco y puso frente a mi casi como una ofrenda, un posavasos. 
   Tal vez algún día le cuente el significado del posavasos pero ahora solo sonreí.