9 de abril de 2014

Viajero o vacacionista

         Una vez leí por ahí que existía una diferencia enorme entre viajar y salir de vacaciones pero no creo ser capaz de explicar las diferencias
La manera despectiva con que muchas sociedades sedentarias miran a las tribus nómadas asociándolas con lo primitivo o marginal, hace que se subvalore su identidad cultural. Por el contrario las tribus nómadas poseen sus valores culturales, su arte, su música, la tradición oral y un sentido natural por la protección del medio ambiente. El nomadismo designa las más antiguas formas de subsistencia y desarrollo humano”
En la hostilidad de las carencias entendemos el verdadero valor de lo importante. 
             En este camino y a medida que lo transito, me di cuenta que las perdidas en el mas amplio sentido, es una constante así como también el dolor causante. Casi sin darme cuenta alguna vez me prepuse encontrar siempre la visión positiva de la perdida y así fue como logre experimentar la magia liberadora del despojo.
            La palabra despojo que por definición nos habla de la perdida de posesiones nos ha dado culturalmente una asociación negativa con esta palabra, y nuevamente la sensación de perdida. Pero basta con posicionar correctamente el termino en una idea, una oración, como para darnos cuenta con que facilidad somos capaces de transformar y mutar los negativo en positivo. Si en cambio dijera “quedaron los despojos de un banquete” estaría haciendo referencia entonces a sobras y residuos. Y esto fue lo que yo encontré, la liberación que me produjo despojarme de cosas que sobraban como el sentido de pertenencia, la comodidad de lo conocido y cotidiano, el acostumbramiento social, cultural, geográfico, laboral, climático, etc. Todo esto y en consecuencia destruyo barreras, amplio limites y las perdidas resultaron ser una atadura menos, esto es lo que me lleva a la necesidad de viajar, de expandirme sociocultural y geográficamente. Y seré tal vez, observado de forma despectiva como aquellas tribus nómadas desvalorizadas por que algunos pensaron que para sentar cabeza era necesaria la residencia permanente.
             Viajar no es tan simple como parece, se requiere en su mayoría, dos de las cosas que más escasean en las personas actualmente: decisión y motivación. Y una mas, pero a esa la veo en exceso y tiene que ver con la adaptación, que por alguna extraña razón hay quienes la confundieron con conformarse. El conformismo nos petrifica, nos estanca, imposibilita la madurez y el crecimiento. Lo considero casi tan nocivo como el sentimiento de esperanza… pero a eso lo explico otro día. 
            
Europa tendrá que esperar un poco mas, quedan algunas ataduras todavía pero la cercanía de algunos destinos nacionales desconocidos no me deja conciliar el sueño. Me excita. 

  Dueño de mi destino...